DESAHOGO DE UNA ESCRITORA DE LIJ (Carta a los coles)

DESAHOGO DE UNA ESCRITORA DE LIJ (Carta a los coles)

En estos días somos muchos los escritores que estamos mareando a bibliotecas, centros educativos y cualquier lugar que podamos llenar de ilusiones literarias. Invadimos los correos electrónicos, os abordamos por las redes o pedimos a los que nos conocen que nos recomienden.

Por desgracia muchas veces ese tipo de mensajes ni siquiera son leídos. Muchos colegios/IES tiran directamente de lo que les ofrecen los comerciales de editoriales más grandes, rescatan las lecturas de lo que ya tienen en los departamentos, abominan la LIJ o no se fían de lo que les has enviado porque eres un ”autor desconocido”.

Pero ¿de qué están privando a sus alumnos? Porque al final ellos son los únicos que salen perdiendo…

Lo más importante es la energía y la pasión que estás dispuesto/a a contagiarles en la horita que pases en el centro. En mi caso valoro igual que me llamen para dar una charla sobre LIJ en la que aparecerán obras y autores que me encantan o que me den la oportunidad de hablarles sobre lo que escribo pero los que me habéis visto en directo sabéis que me dejo el alma en cada encuentro con escolares. A veces me la dejo tanto  en esas actividades que llego a casa como si hubiera estado dando botes en un concierto de Extremoduro pero la sonrisa no se me borra de la cara en una semana.

¿Qué mejor que escuchar al autor del libro que se han leído? O del que se leerán mañana… porque si algún chiquillo cae rendido a mis diademas (complemento que suelo llevar en las actividades literarias) al día siguiente buscará mis libros en bibliotecas o en librerías y se convertirá en un lector feliz. O buscará el libro de Care Santos que le enseñé, el último de Ana Alcolea o la novela de Anabel Botella de la que saqué y leí un pequeño párrafo…

¿Y en poesía? De verdad, ¿cuántos de vuestros alumnos buscarán por su cuenta un recital? Si viven en un lugar pequeño seguro que pocos. ¡Pues yo puedo llevarla a vuestro centro! Me siento más cómoda desnudando mi alma y leyendo lo mío pero también puedo hacerlo con lo de otros…

¿Y si resulta que tenéis un aprendiz de escritor en vuestra clase? Tal vez mi visita pueda ser el empujoncito que le falta, la pequeña rampa que necesite cruzar antes de emprender el vuelo.

¡Yo digo que somos como un complemento vitamínico! Lo bueno es que con tomar una dosis de vez en cuando el hábito lector se consigue rápido, no hacen falta mucho más.

Por eso cuando os llegue un correo además de mirar si el escritor os ofrece X ejemplares gratis (yo no me atrevería a hacerlo), antes de tirarnos a la papelera de reciclaje os invito a que investiguéis por internet y que os animéis a darnos la oportunidad a los de mi banda, a los entusiastas de la LIJ. ¡No os arrepentiréis!