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sábado, 3 de diciembre de 2016

JO, LA NAVIDAD

JO, LA NAVIDAD.
No sé si mi primera crisis prenavideña fue a finales de octubre cuando empezaron a poner los turrones en el Mercadona o se inició tras ver en la televisión el anuncio más absurdo que se ha hecho nunca de la Lotería Nacional y que deja a la gente mayor casi de inútil. Lo que sí tengo claro es cómo empezó la última de las varias que llevo en las últimas semanas y fue gracias a este anuncio: https://www.youtube.com/watch?v=rZMX4qDtmVk
Precisamente de él hablábamos hace un rato en casa.
Me he hecho mayor y cada vez me produce más ansiedad la llegada de la Navidad. ¿Por qué? Si yo era una forofa de poner el árbol en noviembre y dejarlo en el salón hasta el Día de la Región ya en chanclas, si procuraba comer polvorones hasta con un pie en el mar… ¿qué me ha hecho cambiar? ¿qué me tiene tan gris?
La Navidad es para las grandes familias con niños, ellos son los que de verdad disfrutan de estos días y los que de rebote con sus sonrisas y con las ganas de verlos felices hacen que también lo sean los adultos. La Navidad está hecha para los que quieren sentirse pequeños otra vez.



Para muchas personas como yo estos días solo traen estrés: los huecos vacíos que el tiempo ha dejado en la mesa del anuncio en el que siempre faltan sillas se hacen más visibles y las rencillas, los malos rollos o el tener que ponernos la chaqueta de la hipocresía ante determinadas situaciones nos supera.
Me encantan las reuniones, me encantan las comidas y las cenas, los reencuentros pero siempre que se hagan por algo más que por ser Navidad. Y cuando pienso en los regalos que me gustaría recibir en estos días y en los que me gustaría hacer de aquí a Reyes lo que el corazón me pide es dar y recibir cariño pero del de verdad… no del que se da porque toca.
En mi carta a los Reyes ha habido, hay y habrá muchos abrazos que se han perdido por el camino, muchas sonrisas que quiero volver a ver, muchas conversaciones que he dejado a medias… tal vez le eche ovarios y me ponga la armadura de “valiente”, esa que le gusta tanto a mi querida Lou, y me anime también estos días a escribirla y publicarla en el blog por si llega a los ojos de sus Majestades de Oriente y algo cae que tan mala no he sido este año.

Mientras tanto me recrearé en imágenes de lugares lejanos  como China o Japón en los que no celebran estos días y pensaré donde me voy a perder en Nochebuena… alguna idea ya tengo.
@mariajejuan

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